En pocos años, Lautaro Bianchi ha transitado por los más variados modos de la producción fotográfica. Aunque su preferencia por las copias en blanco y negro se mantiene constante, sus trabajos oscilan entre el reportaje y la exploración de efectos visuales, entre el el trompe l’oeil y la práctica conceptual. Esta variedad excluye la posibilidad de caracterizarlo de manera precisa pero no impide apreciar su poética, que se manifiesta principalmente en una forma de mirar.
Como para muchos fotógrafos contemporáneos, la realidad es para él un desafío y una pregunta. Ante la profusión de imágenes a la que asistimos, la construcción de una mirada singular ya no puede ser el resultado de un hallazgo sino que debe abordarse con la rigurosidad de un programa. La existencia de éste es quizás uno de los rasgos más distintivos en la obra de este joven artista cordobés. Aún en la profusión estética de sus fotos hay un interés permanente por manifestar algo del orden de lo invisible (la materialidad del soporte, el tiempo en fuga, las configuraciones momentáneas de la realidad) y poner a prueba los límites de la percepción.
El conjunto de obras que se presenta aquí conforma una aproximación sucinta a su universo conceptual y poético, a sus preocupaciones y su investigación formal.
Rodrigo Alonso